Gallito de las rocas "Rupicola peruviana"
El gallito de las rocas o tunqui (Rupicola peruviana) es una especie de ave paseriforme de la familia Cotingidae. Es el ave nacional del Perú. Habita en la región amazónica. Su pariente más cercano es el gallo de roca guayanés (Rupicola rupicola) y es notable por la increíble belleza de su plumaje. Su forma exótica es muy popular, pues su figura ha sido plasmada en grabados, pinturas y fotografías que se publican por doquier. La figura del Gallito es el símbolo de la Sociedad Vallecaucana de Ornitología.
Los gallos de roca son, sin duda, únicos, pero muchas de las aves más conspicuas de los bosques tropicales son también eminentemente frugívoras. Esto es consecuencia de que entre el 50% y 80% de los árboles de la selva amazónica producen frutas como mecanismo de propagación. Además de su probada abundancia, factores adicionales como la disponibilidad y diversidad de los frutos silvestres determinarán que sea posible hallar frutas en cualquier estación o época del año, aunque la calidad del alimento no sea la misma durante todo el año.
Habita en los altos y húmedos bosques de neblina de la Amazonía ubicados en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes desde Colombia pasando por Ecuador y el Perú hasta Bolivia entre los 400 y 2.500 msnm, mejor conocido como Yungas.
Hace décadas los gallitos se encontraban, no solamente en las vecindades del Orinoco, sino en las matas de monte vecinas al agua, en los climas medios y fríos de todo el país (Rupicola peruviana), pero su belleza incomparable y su popularidad los convirtió, desde principios del siglo pasado, como se lee en el testimonio de Humboldt, en aves perseguidas por muchos, Actualmente está sufriendo fuerte presión de captura y tráfico teniendo en cuenta que un ejemplar puede alcanzar US$ 5,000 (cinco mil dólares) en el mercado ilegal externo.
Por estas razones, se puede considerar que los gallitos de las rocas están en peligro de extinción, pese a su clasificación actual en la Lista Roja de la UICN.
Según las investigaciones realizadas por biólogos de campo, la abundancia de alimento en la zona donde habita permite que en poco tiempo el gallito de las rocas macho satisfaga sus necesidades alimentarias, quedando libre para dedicarse a su complejo sistema de competencia dentro de la bandada. La hembra, en cambio, se encarga sola de la incubación y el cuidado de las crías. Pero no se queja de ello, ya que la colaboración del macho en estas tareas podría resultar altamente peligrosa. Debido a sus llamativos colores, el tráfico continuo del macho por las cercanías del nido atraería la atención de los depredadores (águilas, serpientes, hurones y coatíes), añadiendo un factor de riesgo al de por sí peligroso esfuerzo de criar una camada de polluelos. El color apagado de las hembras toma entonces un valor fundamental, ya que sirve, junto a sus poco conspicuos nidos, para evitar ser detectada por sus enemigos.
Su nombre, dice Humboldt, se asocia con las rocas porque habita en cañadas húmedas de gran profundidad en las que frecuentan las barrancas o peñas empinadas; allí entre huecos crian sus polluelos.
En un estudio realizado en el sudeste peruano mencionan que la reproducción se inicia en el mes de octubre con la formación de leks y termina con la incubación en los meses de noviembre a febrero, la hembra se encarga sola del cuidado del huevo y la cría, la incubación dura de entre 40 a 42 días, pero las crías permanecen con la hembra los primeros tres meses (Quispe & Florez, 2006)
Pero entonces, surge la pregunta obvia: ¿Qué es lo que ofrecen los machos a estas autosuficientes hembras?. La respuesta parece ser, simplemente, sus habilidades como cantantes y bailarines. Las singulares demostraciones de los machos, bailando y cantando en lugares seleccionados del bosque conocidos con el nombre escandinavo de lek, constituyen una eficaz forma de selección entre los machos de la especie. El macho que baile mejor a los ojos de la hembra, y aquel que regrese puntual cada día a la sesión de baile evitando ser presa de los depredadores, será elegido para brindar sus genes a las nuevas generaciones de gallitos de las rocas.
De las muchas hipótesis que existen sobre la formación de leks, parece que la de los Gallitos de las rocas se aproxima a la de la Teoría de los Sitios importantes (Hotspots en inglés) de acuerdo a un estudio realizado en el sureste peruano donde se comparan cuando menos 20 diferentes características del hábitat (Quispe & Florez, 2006), resaltaron entre las más importantes, la composición vegetal, la iluminación y la cercanía de los lugares de anidamiento.
Descripcion:
Presentan un marcado dimorfismo sexual. El macho posee un plumaje muy colorido, combinación de naranja y negro. Las hembras, en contraposición, poseen un plumaje de color austero y apagado, dominado por tonos en marrón. Se alimenta sobre todo de frutos diversos cuyas semillas digiere y dispersa siendo así un instrumento de la naturaleza en la preservación de su entorno ecológico.
El pico corto, las patas y los dedos son fuertes. Ambos sexos tienen una cresta de plumas en forma de disco permanentemente desplegada (mucho más grande en los machos). A pesar de los brillantes colores en los machos, por lo general son difíciles de observar cuando no están en sus campos de despliegue, pues son ariscos y viven en cascadas muy profundas o en colinas remotas de tierras bajas.
Hembra |